Insurrecciones Estéticas | Estética feminista y el arte otro: una invitación a ser insurrectas


Por Selvia V. Kotasek



El deseo de presencia, de estética subvertidora, es el de ver en el cine nuestro cuerpo, leerlo en la literatura, gozarlo en la cotidianidad, defenderlo políticamente.

Francesca Gargallo

En ocasiones nos han hecho creer que el Arte es asunto de unas cuantas personas (en su mayoría hombres) que tienen formación, talento y “buen gusto”. Y sí, hay un Arte (así, con mayúscula) que efectivamente les pertenece a unos cuantos (hombres ricos y blancos, para ser más exactas). 

Afortunadamente siempre ha habido un arte otro. Un arte, así, con minúscula, que no intenta mantenerse en la neutralidad política y la imposible objetividad, al contrario, se posiciona desde un lugar alterno y produce obras y prácticas artísticas que muestran otras posibilidades de representación que no intentan encajar en cánones universales (ósea, masculinos) clasistas, sexistas y racistas. 

Aquí, quisiera enfocarme en ese arte otro, rebelde y desobediente. Especialmente aquél producido por mujeres. Porque no hay nada más insurrecto que quitarte la imposición de ser musa y objeto de representación para develarte como creadora y artista.

Y para estar a la altura, hablaremos de otra estética. Tradicionalmente esta disciplina es concebida como la encargada de estudiar el Arte, pero aquí, no seremos de tradiciones. 

Aquí, retomaremos la estética que se ocupa sí, del arte, pero también de la liberación de las mujeres. Porque desde este lugar alterno e indisciplinado, la estética y la liberación no son cosas aparte. Estaremos hablando, pues, de estética feminista.

No son pocas las teóricas y artistas que se han apropiado de ámbitos artísticos históricamente negados a las mujeres, produciendo obras y referentes teóricos feministas. Francesca Gargallo, gran filósofa, escritora y activista feminista autónoma, fue una de ellas y es a quien invoco para retomar su propuesta sobre una estética feminista que, al rechazar la mirada y el juicio masculinos sobre el quehacer de las mujeres, postula, entre otras cosas, modos diferentes de experimentar las emociones vitales, la percepción de la realidad y la producción de la imagen de sí y de la otredad y sostiene, por lo tanto, no sólo la percepción de lo que se ha dado en llamar arte, sino también percepciones íntimas, acciones y memorias.

Así pues, la estética no será aquí, un asunto de señoros diciéndonos cuál y cómo es el buen Arte, sino una forma de mirar nuestra liberación de cánones opresivos y ajenos que nos dictan cómo debemos vernos, actuar y hablar. La estética aquí será esa que mira no sólo las obras, sino su contexto, y que concibe a las mujeres como sujet(a)s creadoras de cultura. 

Aquí hablaremos de arte en el sentido más amplio de la palabra, por lo tanto, no nos acotaremos a los lugares convencionales. Aquí, nos convoca el arte otro. El de nosotrAs, así, con mayúscula para resaltar lo subversivo y provocar a los guardianes de la buena lengua. 

Aquí seremos estetas para subvertir la Cultura y el Arte hegemónicos y reconocer producciones estéticas que, en palabras de Gargallo, son capaces de desplazar los valores estéticos que guían el comportamiento y los juicios desde las imposiciones del poder; es decir, que contribuyen directamente a la creación de nuevos imaginarios, más liberadores, más nuestros. 

Aquí, la apuesta será buscar atisbos (o montones) de representaciones explícitamente feministas o no, que nos permiten vernos representadas con la esperanza de inspirarnos lo suficiente y no ser únicamente espectadoras, sino también creadoras de nuestra cultura. 

La apuesta es encontrar propuestas estéticas feministas que no sólo adornen, sino posibiliten nuestra liberación. La invitación es, pues, a ser insurrectas. Bienvenidas. 

Defeña de nacimiento y habitante de la ahora CDMX. Psicóloga social que mira al mundo con
permanente sospecha. Feminista que se reencontró con sus ancestras, aprendió a alzar la voz, y busca
formas de habitar y resistir principalmente desde la cultura y el arte de mujeres. Reciente maestra en
Estudios de la Mujer que se (des)encontró con la academia y diplomada en prácticas narrativas.
Consultora en temas de género, educación y derechos humanos. Con una constante tendencia a la
nostalgia, es escritora de sus historias preferidas y dibujanta que se reencuentra con la niña que fue.

Publicado por LaCoyolRevista

No sé quien soy. No ando en busca de estilo, sino de retos.

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